La osteopatía es una ciencia médica, que entiende el organismo como una entidad global. Se fundamenta en qué todos los sistemas que forman el cuerpo son interdependientes y en la capacidad de autoregulación del organismo.
Con esta terapia manual buscamos restablecer el funcionamiento normal del cuerpo y recuperar su equilibrio.
De qué manera? Aplicamos técnicas diversas, sobre la estructura, el músculo, el tejido conectivo y el tejido visceral para restaurar el equilibrio mecánico y fluídico. Es decir, trabajamos sobre las articulaciones, los ligamentos, los músculos, los vasos sanguíneos, las vísceras, etc.
Estas técnicas, siempre adecuadas a cada paciente y a sus necesidades, combinan:
Hay que destacar que son maniobras suaves, dulces y seguras, que en ningún caso producen dolor. Y es que si el tratamiento fundido doloroso, el resultado no sería beneficioso, puesto que el cuerpo se pondría en situación de defensa.
Con las técnicas de la osteopatía tratamos el origen de la disfunción o dolencia, para recuperar la adecuada interacción de los varios sistemas y mecanismos homeostáticos del organismo. Así conseguiremos que el cuerpo sea capaz de autorregularse, resolviendo las alteraciones que lo afectan y logrando su estado de salud óptimo.
Cuando es adecuado hacer osteopatía?
La osteopatía puede ayudar a las personas a mejorar su estado de salud, en cualquier etapa de la vida. Es decir, es adecuada tanto para bebés y niños, como para adultos y personas de la tercera edad.
También es recomendable para embarazadas, puesto que facilita que el cuerpo se adapte a los cambios que implica el embarazo y permite prepararlo de manera óptima para el parto. Incluso, puede ayudar a que el bebé se dé la vuelta, en aquellos casos en que este viene de nalgas, sin ningún tipo de riesgo.
El ideal es aplicar la osteopatía como herramienta de prevención de patologías, aunque también puede ser de gran ayuda para mejorar los síntomas en personas que ya sufren una disfunción.
Así pues, la osteopatía es adecuada para tratar:
También aconsejamos visitar el osteópata en el posparto, pasada la cuarentena y sobre todo en aquellos casos en que el parto ha sido instrumentalizado. Y es que cuando ha habido que utilizar fórceps, espátula, ventosa o en caso de cesárea, a menudo, el retorno de la pelvis a su posición normal no es el óptimo. Con la osteopatía podremos tratarlo y prevenir la aparición de dolores a nivel sacroilíaco o lumbar, causados por posibles bloqueos.