¿Cómo detectar y prevenir las deformidades craneales en tu bebé?

¿Cómo detectar y prevenir las deformidades craneales en tu bebé?

¿Te gustaría saber identificar si tu bebé tiene una deformidad craneal o tendencias musculares que pueden ocasionarla?

¿Quieres conocer consejos para prevenir este tipo de afectaciones tan frecuentes, desde casa?

Marta Hernández, fisioterapeuta y osteópata especialista en pediatría del Centre Núria Caballé nos habla sobre estas alteraciones tan comunes en la actualidad.

Sigue leyendo para conocer los tipos de deformidades craneales más frecuentes, sus causas y cómo prevenirlos y tratarlos, con ayuda profesional y con consejos que os recomendamos seguir a los padres.

Antes de continuar, queremos recordarte que estas afectaciones siempre tendrán que ser supervisadas por un equipo multidisciplinar, formado por el neuropediatra o pediatra, el fisioterapeuta pediátrico, y el osteópata pediátrico, que se encargará de liberar las tensiones craneales para combatir esta deformidad.

En primer lugar: ¿qué son las deformidades craneales?

Son alteraciones en el cráneo del bebé, provocadas por una acción externa, focalizada en una zona concreta. Generan un hundimiento o allanamiento leve de una o varias suturas craneales del bebé. (Las suturas son las articulaciones que tenemos entre los huesos del cráneo)

Deformidades craneales más frecuentes

Los 3 tipos de deformidades craneales más habituales son:

- La plagiocefalia: es unilateral, es decir, afecta a un solo lado de la cabeza (a una sutura en concreto, o a varias). Provoca el hundimiento lateral del cráneo. Dependiendo de a qué lado afecte, hablaremos de plagiocefalia derecha o de plagiocefalia izquierda. Para detectarla, nos fijaremos en si el bebé realiza una ligera rotación de la cabeza hacia un lado, provocando una presión constante en un área de su cráneo y ese hundimiento.

- La braquicefalia: en este tipo de deformidad, el hundimiento es generalizado en toda la parte posterior del cráneo. Como consecuencia, observamos cómo éste crece de forma lateral y vemos un allanamiento en la parte trasera de la cabeza, sobre la nuca.

- Escafocefalia: es el caso de cráneos estrechos de los laterales, que crecen en el sentido antero-posterior, es decir, de delante hacia atrás.

¿Por qué aparecen y son tan frecuentes, en la actualidad?

Tiempo atrás se recomendaba poner a los bebés a dormir boca abajo o de lado. Pero, con estas posiciones, se vio que existía riesgo de muerte súbita del lactante.

Después de muchos estudios, se vio que, colocando al bebé boca arriba, disminuía considerablemente la mortalidad de lactantes y bebés. Y, por eso, a partir del año 1992, se recomendó que los bebés durmieran boca arriba (posición supina).

Sin embargo, esta posición, aumenta mucho la presión en el cráneo del bebé y, como consecuencia, el riesgo de deformidades craneales.

Causas que pueden predisponer a una deformidad craneal

Durante el embarazo, factores como un bebé mayor o prematuro, una pelvis estrecha de la madre, un embarazo múltiple o que el bebé esté colocado de nalgas.

En el parto, que éste sea instrumental (ventosas, fórceps...) y/o un parto traumático, pueden enfatizar que haya más presión en alguna parte del cráneo del bebé.

Sin embargo, la causa principal de las deformidades craneales es postural. Si los bebés están muchas horas en la misma posición, estirados mirando hacia arriba (en el cochecito, en la hamaca, en la cuna...), toda la presión craneal es a nivel posterior. Con los meses, esto va comprimiendo zonas de su cráneo y puede derivar en una plagiocefalia.

¿Cómo las detectamos y tratamos, los fisioterapeutas y osteópatas especializados en pediatría?

Palpando la parte posterior del cráneo, detectamos el allanamiento de un lado y que, como consecuencia, ha empezado a crecer el diámetro del cráneo. Además, el pabellón auricular y el hueso frontal de ese lado, se han ido adelante. Por tanto, la sensación es de deformidad asimétrica, en un lado de la cara.

Asimismo, las deformidades craneales casi siempre van acompañadas de una tortícolis congénita. Es decir, el bebé adoptó una posición intrauterina con tendencia a una inclinación hacia un lado, que se mantiene una vez que ha nacido. Estas tendencias pueden generar que tengan una excesiva presión en un lado del cráneo.

Nuestro trabajo, como fisioterapeutas y osteópatas (LINK Cuidado del Bebé), se basa en liberar las tensiones musculares de la parte anterior del cuello (cuando se asocia la plagiocefalia a una tortícolis congénita). También, en liberar suturas y focalizarnos en la zona de mayor compresión del cráneo, en flexibilizar la vuelta craneal y en tratar otras lesiones consolidadas.

De esta forma, ayudamos al bebé a volver a su eje y equilibrio, para poder crecer de manera saludable.

A los padres, os recomendamos, para detectarlas...

Fijaros en si vuestro bebé tiene una predilección o tendencia muscular hacia un lado. Esto genera desequilibrios en su esfera craneal y puede desencadenar, con el tiempo, una deformidad craneal.

Por ejemplo, intenta enseñarle un juguete desde el lado derecho, para que tenga que girar la cabeza hacia ese lado. Luego pruébalo con el lado izquierdo. Si observas que, por ejemplo, gira la cabeza con mucha más facilidad hacia el lado derecho, que hacia el izquierdo, e incluso tiene una tendencia a movilizar más la mano derecha, a ponerse la mano derecha en la boca...podría tratarse de una plagiocefalia derecha o tortícolis con plagiocefalia derecha.

O bien, si le das el pecho, y ves que se encuentra muy cómodo en un pecho y en el otro en cambio, se queja, se mueve, no se agarra bien... puede ser también debido a una tortícolis en el lado que prefiere.

Consejos que podéis aplicar desde casa

El objetivo del tratamiento de la plagiocefalia o de otro tipo de deformidad craneal es disminuir la presión constante en la misma zona del cráneo. Toma nota de estos consejos y verás cómo poniéndolos en práctica, ayudarás a tu bebé a prevenir y mejorar estas alteraciones:

- Portéalo tantos ratos como puedas. Si pesa mucho, puedes ir alternándolo con el uso del cochecito.

- Limita el uso de las hamacas y fomenta el movimiento libre. Pon a tu bebé boca abajo tantos ratos como puedas, proponle estímulos visuales a ambos lados con juguetes, anímale a mover las dos manos y brazos... Si ves que se encuentra incómodo boca abajo, ponlo en esta posición en momentos puntuales: cambio de pañal, cuando esté descansado... ¡Es una posición que favorece la tonicidad, muy positiva para su espalda!

- Cambia la posición de la cuna. Un día sitúala en tu lado derecho, otro día en el lado izquierdo... Así favorecerás que tu bebé vaya girando la cabeza, a ambos lados, para encontrarte.

- Tanto si le das el pecho como el biberón, ve alternando los dos lados, derecho e izquierdo.

Si a pesar de aplicar todos estos consejos la plagiocefalia no mejora, es recomendable el uso de almohadas preventivas.

En cualquier caso, como decíamos al principio de este artículo, es muy importante contar con la supervisión de un pediatra y fisioterapeuta y/u osteópata, para ir aplicando las medidas pertinentes.

Si necesitas asesoramiento para prevenir o tratar deformidades craneales en tu bebé, no dudes en contactarnos.

Pide una primera visita con nuestro equipo de fisioterapia y osteopatía pediátrica. (LINK GRAELLA)

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