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El estrés y los traumatismos pueden generar tensiones en los órganos impidiendo que éstos funcionen adecuadamente y ocasionando, en consecuencia, problemas de salud a distintos niveles.
Por ejemplo, alteraciones en el sistema digestivo, migrañas, dolor cervical, ciática, retención de líquidos, incontinencia urinaria, dolor menstrual, etc.
Todas estas disfunciones pueden mejorar con la osteopatía visceral, trabajando sobre los órganos del cuerpo afectados (estómago, riñones, hígado, intestino, pulmones...) y restableciendo su funcionamiento.
¿Qué es la osteopatía visceral?
La osteopatía visceral es un tipo de terapia manual que aplicamos a las sesiones de osteopatía, en combinación, en la mayoría de los casos, con la osteopatía estructural y la osteopatía craneal.
Ésta trabaja sobre las vísceras que forman nuestro cuerpo y sobre las fascias, músculos y ligamentos que las anclan al sistema músculo-esquelético. Esto se debe a que cualquier alteración en la movilidad de estas estructuras (fascias, músculos, ligamentos) tendrá una afectación a nivel visceral y, de la misma manera, una alteración visceral afectará a las estructuras que le rodean.
El objetivo de la osteopatía visceral es recuperar la movilidad y el libre funcionamiento de las vísceras y de estas estructuras que las recubren. Es decir, resolver conflictos tisulares y adherencias, que pueden haber aparecido después de una intervención quirúrgica, por ejemplo.
Devolviendo la movilidad a las vísceras ya las estructuras que las sostienen, estaremos tratando el origen de la disfunción y los diferentes sistemas del cuerpo podrán volver a funcionar con normalidad.
En el tratamiento de osteopatía visceral, el diafragma (principal músculo de la respiración) juega un papel importante. Éste debe poder moverse libremente arriba y abajo, ya que, cuando se encuentra rígido o bloqueado, puede aumentar la presión de dentro del Conjunto Abdomino-Lumbo Pelvià (CALP), alterando el funcionamiento de alguna víscera y provocando disfunciones en el sistema músculo-esquelético.
¿Qué disfunciones tratamos con la osteopatía visceral?
¿En qué consiste el tratamiento con osteopatía visceral?
En la primera visita de valoración empezaremos con una entrevista para conocer tu motivo de consulta y objetivos, antecedentes físicos y emocionales, te preguntaremos si tomas algún medicamento, etc.
Seguidamente, realizaremos una exploración para valorar el movimiento de cada víscera y de los tejidos y cavidades que le rodean, así como la calidad del movimiento, la amplitud y la simetría.
Después del diagnóstico, iniciaremos el tratamiento con osteopatía visceral, trabajando a distintos niveles:
Beneficios de la osteopatía visceral
La osteopatía visceral permite resolver desequilibrios estructurales y funcionales en todo el cuerpo. Sus beneficios son a nivel nervioso, vascular, respiratorio y musculoesquelético, siendo una terapia que permite tratar patologías muy diversas.
Por ejemplo, un dolor lumbar persistente puede ser provocado por una fijación a los riñones. O bien, un dolor cervical puede estar vinculado con el estómago. Con la osteopatía visceral podremos resolver estas disfunciones que tienen su origen en las vísceras y estructuras que las rodean.
Si sufres alguno de los síntomas que te hemos contado, pide una primera visita de osteopatía con nuestro equipo. Te ayudaremos a mejorar tu estado de salud a nivel global.
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