Osteopatia pediátrica - NURIACABALLE

¿Tu bebé tiene cólicos o reflujo? ¿Has observado que tiene la cabeza inclinada siempre hacia el mismo lado o que la tiene ligeramente deformada? En el Centro Núria Caballé resolvemos estas alteraciones, entre otras muchas, con la osteopatía pediátrica.

Lo ideal es realizar una primera visita con el osteópata a los 15 días del nacimiento del bebé. Esto nos permitirá tratar las posibles lesiones y disfunciones lo antes posible y con mayores garantías de éxito. Y es que hasta los seis meses de edad es más fácil tratar las lesiones o deformidades. Especialmente, aquellas que afectan al cráneo.

El tratamiento con osteopatía pediátrica es respetuoso con el bebé: utilizamos mayoritariamente técnicas de terapia manual, dulces y genes invasivas. Concretamente, trabajamos sobre sus tejidos y estructuras para que su sistema funcione de forma óptima, consiguiendo beneficios importantes en su salud.

También estimulamos los movimientos del recién nacido implicándole a las familias, con pautas específicas para realizar desde casa. Así prevendremos posibles complicaciones en su desarrollo.

Además, en aquellos casos en los que el bebé presenta una patología grave, trabajamos de forma coordinada formando un equipo multidisciplinar con otros especialistas (médico, logopeda, fisioterapeuta y/o terapeuta ocupacional).

Síntomas que tratamos con la osteopatía pediátrica

La osteopatía pediátrica nos permite tratar las patologías o disfunciones más comunes en el recién nacido. Los principales motivos de consulta son:

Tortícolis congénitas o dificultades al girar la cabeza.
Problemas en la succión.
Asimetrías y deformidades craneales (plagiocefalias).
Displasia de cadera.
Bebés prematuros.
Problemas digestivos (reflujo gastroesofágico, cólicos del lactante y estreñimiento).
Partes instrumentalizados o cesáreas.

Con la osteopatía para bebés también prevenimos y tratamos disfunciones que afectan al sistema respiratorio, junto con la fisioterapia respiratoria infantil. Por ejemplo, la tos crónica, los resfriados o infecciones en las vías respiratorias altas, los mocos, la sinusitis, la bronquitis, la rinitis, la faringitis, etc.

Asimismo valoramos otros aspectos que pueden influir en el desarrollo del bebé. Es el caso de:

Las posiciones al dormir: si el bebé sufre una plagiocefalia, podríamos empeorarla con determinadas posiciones a la hora de dormir. Por eso, el osteópata infantil le dará, a los padres, una serie de indicaciones que deberá seguir.
La alimentación: tendremos presente cómo se alimenta al bebé (lactancia materna, mixta o biberón), ya que la succión es un reflejo muy importante para el desarrollo de la esfera craneal en el niño o niña.
El uso excesivo de chupetes o del dedo: son factores que pueden llegar a deformar el paladar del niño o niña, afectando a las tensiones que se crearán con el desarrollo del cráneo.

Cabe recordar que, con la osteopatía infantil, también tratamos a niños mayores que presentan disfunciones como:

Escoliosis.
Cefaleas.
Alteraciones estructurales como vago o var de rodillas.
Problemas relacionados con el crecimiento.

Beneficios de la osteopatía en bebés y recién nacidos

La osteopatía pediátrica trata problemas que presentan los bebés, desde su nacimiento.

Como consecuencia de partes donde ha sido necesario utilizar fórceps o ventosa, por ejemplo, éstos pueden presentar lesiones que, en un futuro, les pueden ocasionar problemas de salud.

Por tanto, con la osteopatía para bebés tratamos las complicaciones existentes y, a la vez, prevenimos disfunciones en el desarrollo de los más pequeños.

Los beneficios de esta terapia manual son muchos:

Previene trastornos posturales y disfunciones de caderas.
Corrige alteraciones a nivel auditivo y visual.
Favorece el desarrollo motriz.
Trata lesiones y disfunciones asociadas al proceso de parto.
Favorece la función digestiva.
Mejora las disfunciones craneales y faciales.

En resumen, la osteopatía pediátrica permite devolver la movilidad a los bebés y conseguir el equilibrio de su cuerpo.

Osteopatía craneal para bebés

Las asimetrías craneales (plagiocefalias) de los bebés pueden trabajarse, de forma muy eficaz, con la osteopatía craneal para bebés. Esta terapia manual consiste en modular los huesos del cráneo, mediante maniobras suaves, dulces y seguras. Así conseguiremos prevenir deformidades mayores y que las estructuras de dentro del cráneo se formen correctamente.

Las lesiones craneales se ocasionan durante el parto y es recomendable realizar osteopatía craneal cuando éste ha sido demasiado largo o demasiado corto, cuando ha sido provocado, cuando se han utilizado fórceps o ventosas, y si el bebé ha nacido de nalgas o de cara, entre otras situaciones.

Los síntomas que indican que tu bebé puede tener una deformidad o lesión craneal son:

Si tiene un lado de la cabeza más plano o bien toda la parte trasera aplanada.
Si no puede girar bien la cabeza hacia ambos lados.
Si duerme poco y mal.

Osteopatía para bebés con cólicos

Los cólicos o gases son también uno de los motivos de consulta más frecuentes. Desde la mirada de la osteopatía pediátrica, se deben a tensiones acumuladas en el bebé, durante el embarazo y el parto. Especialmente, en las zonas de la nuca y en las regiones lumbar y sacro.

El tratamiento consiste en trabajar sobre distintas zonas del cuerpo con movimientos y masajes suaves, para favorecer los movimientos intestinales del bebé. En ningún caso produce dolor y es muy eficaz para hacer desaparecer a los cólicos del lactante.

Osteopatía por bebés que duermen mal

La osteopatía craneal permite, también, favorecer la calidad y la cantidad del sueño de los bebés. El tratamiento se basa en armonizar el Movimiento Respiratorio Primario (MRP); un movimiento rítmico muy sutil que presentan los huesos del cráneo.

El osteópata trabajará para eliminar tensiones intracraneales, devolviendo el equilibrio al cuerpo y regulando así el sueño del recién nacido.

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