El dolor pélvico es consecuencia de una hipertonía muscular, de una restricción ligamentosa y miofascial o de disfunciones en algunas vísceras.
Se presenta como una sensación de peso y puede darse en toda la zona abdomino-lumbo-pelviana perineal. Es decir, en la parte baja del abdomen, en los genitales, en las piernas, en los isquiones y glúteos...
Algunas de las situaciones más frecuentes en las que aparece este tipo de dolor son en el período menstrual, durante las relaciones sexuales, al ir de vientre, durante la micción, al estar sentado/a de forma mantenida, al hacer deporte, etc.
Causas del Dolor pélvico
El dolor pélvico suele ir asociado a las siguientes causas:
Sin embargo, muchos pacientes no presentan una causa conocida, sino varios factores predisponentes.
Síntomas del dolor pélvico
Los síntomas asociados al dolor pélvico pueden variar, de la siguiente manera:
Dolor pélvico y lumbar
¿Tienes dolor pélvico y lumbar? Cuando hablamos del suelo pélvico debemos tener en cuenta que éste forma parte de un conjunto Abdomino-lumbo-pelviano (CALP).
Es decir, de un complejo que engloba a otras estructuras óseas, musculares, fásicas y neuro-vasculares.
Concretamente, el CALP está formado por el suelo pélvico (diafragma pélvico), el diafragma (diafragma torácico), la musculatura abdominal (oblicos internos y externos, transverso abdominal, rectas del abdomen), los músculos erectores de la columna y la mus .
Cuando alguno de estos músculos sufre una alteración, ya sea una debilidad muscular, un aumento de tono, puntos gatillo…esto influirá en el resto de músculos del complejo que llamamos CALP.
Por tanto, ante una disfunción abdomino-pelviana que produce dolor pélvico, puede aparecer también el dolor lumbar.
Dolor pélvico crónico
El dolor pélvico crónico se trata de una patología compleja, que puede tratarse de forma eficaz con la fisioterapia abdomino-pelviana.
Se localiza en la pelvis, en el periné o bien en ambas zonas (incluyendo las vísceras que ocupan la pelvis).
Puede presentarse tanto en hombres como en mujeres y se caracteriza por tener más de 6 meses de evolución.
Suele ir asociado a consecuencias cognitivas, conductuales, sexuales y emocionales.
Y, ¿qué puede provocarle? Alteraciones ginecológicas, gastrointestinales, neurológicas o psicológicas, entre otros.
Dolor pélvico en el embarazo
Después del segundo trimestre de embarazo es habitual que aparezca el dolor pélvico. Una molestia que puede permanecer e irse intensificando, hasta el momento del parto.
Se localiza en la zona de la pelvis, la ingle y puede afectar, también, a la parte baja de la espalda.
Aparece debido a los cambios que se producen en el cuerpo de la embarazada: el bebé va adquiriendo peso y la pelvis debe sostenerlo. Además, las hormonas relaxina y progesterona provocan una distensión en los ligamentos de esta estructura, para poder dar espacio al bebé.
El dolor pélvico durante el embarazo puede tener otras causas como el embarazo ectópico o extrauterino, la infección de orina, la ciática, los miomas y los fibromas, el exceso de tensión en el útero o en sus ligamentos, entre otros .
Dolor Pélvico en la Menopausia
Al igual que durante el embarazo, otra etapa en la que puede aparecer el dolor pélvico es la menopausia. Este dolor puede tener diferentes causas, como fibromas uterinos, endometriosis, problemas músculo esqueléticos o disfunciones del suelo pélvico, hipertonía de la musculatura del suelo pélvico, cambios hormonales (déficit estrogénico), atresia vaginal o sequedad de las mucosas.
Tratamiento del Dolor Pelviano
En el Centro Núria Caballé somos especialistas en el tratamiento del dolor pélvico. Pide una primera visita con uno de nuestros fisioterapeutas especializados en abdomino-pelviana e iniciaremos un tratamiento para que este dolor desaparezca.
Otras especialidades de fisioterapia de suelo pélvico y faja abdominal
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