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¿Cómo prevenir, valorar y tratar la diástasis abdominal?
 13-07-2022 18:14:53

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Si estás embarazada o en la fase del postparto es muy probable que hayas oído hablar de la diástasis abdominal. ¡Se trata de uno de los cambios fisiológicos más importantes en estas etapas!

La diástasis recti, también llamada diástasis abdominal (DRA), es la separación fisiológica de los rectos anteriores del abdomen, superior a 2,5-2,7 cm.

Se trata de un daño que se produce en la pared abdominal anterior durante el embarazo, cuando el tejido conjuntivo que une los dos rectos del abdomen (denominado línea alba), se estira y termina separando estos músculos. De esta forma, el cuerpo da espacio al útero, que irá creciendo a medida que avancen los meses de embarazo.

Y, ¿es posible evitar la diástasis abdominal, durante la gestación? No; está demostrado que el 100% de las mujeres tendrán diástasis recti hacia la semana 35 del embarazo.

Ahora bien, lo que sí puedes hacer cuando estás embarazada (y es importante que hagas) es prevenir la diástasis para que no sea excesiva.

¿Cómo realizar una buena prevención de la diástasis en el embarazo?

  • Controla el aumento de peso.
  • Evita el estreñimiento, ya que realizar excesiva presión para ir al baño puede poner en riesgo tu diástasis abdominal. Hacer ejercicio de forma regular y seguir una dieta rica en fibra puede ayudarte a combatirlo.
  • Siempre que hagas esfuerzos, como levantar objetos pesados, determinadas tareas domésticas, coger en brazos a niños, ir de vientre...exhala. Si exhalas el aire a medida que haces el esfuerzo, evitas un exceso de presión intraabdominal y minimizas la tensión sobre la línea alba.
  • Para levantarte desde la postura estirada, hazlo siempre de lado con la ayuda de los brazos. Así evitarás realizar los abdominales clásicos, nada recomendables para cuidar la diástasis abdominal.
  • Haz ejercicios posturales y otros para tonificar el core (sin poner en riesgo la diástasis). En nuestras clases de gimnasia para embarazadas te proponemos esta clase de ejercicios para que practiques deporte en esta etapa, de forma segura.
  • Cuando estés sentada, apoya la espalda. Así evitarás realizar un sobreesfuerzo en la zona abdominal.

¿Qué puede ocurrir si no prevenimos la diástasis durante el embarazo? ¿Y si no la tratamos en el posparto?

Que la faja abdominal no funcionará correctamente y, en consecuencia, es probable que aparezcan síntomas, lesiones y patologías como:

  • Abombamiento y dolor abdominal: protrusión (es decir, salida hacia afuera) de los intestinos de la zona del medio del abdomen, cuando realizamos determinados esfuerzos o movimiento. Por ejemplo, cuando intentamos levantarnos de la cama boca arriba. Cuando esto sucede, nuestro abdomen sale hacia afuera, como si fuera una pequeña "montaña", y nos está indicando que la faja abdominal no funciona correctamente. Incluso podemos sentir dolor en algún punto muscular del abdomen.
  • Dificultad a la hora de mantener una buena postura de la espalda, dolor lumbar o pélvico: cuando la musculatura abdominal está debilitada, pueden aparecer dolor lumbar o molestias en alguna estructura pélvica, ya que el cuerpo intentará compensar esta disfunción modificando la postura.
  • Incontinencia urinaria: la presión ante los esfuerzos recaerá en el suelo pélvico (¡donde no debe hacerlo!). Esto movilizará en exceso el cuello vesical y uretra, pudiendo provocar pérdidas de orina.
  • Inflamación intestinal: también puede verse afectado el tránsito intestinal, que puede ser más lento de lo habitual, provocando inflamación, estreñimiento y malas digestiones.
  • Prolapso (o descenso de órganos pélvicos): cuando no gestionamos las presiones intraabdominales correctamente, debido a la falta de tono en la faja abdominal, el suelo pélvico recibirá una excesiva presión y es posible que se produzca un descenso en alguno de los órganos pélvicos.

Valoración de la diástasis después del parto

Vamos a explicarte en qué nos fijamos los fisioterapeutas especializados en suelo pélvico, cuando valoramos la diástasis abdominal, en el postparto:

  • Centímetros entre los dos rectos del abdomen, extensión y profundidad de la diástasis. Llevamos a cabo una exploración manual, colocando los dedos a lo largo de toda la longitud de la línea alba para ver si existe separación entre los dos músculos del abdomen. Para medir los centímetros de separación de forma exacta, podemos utilizar un pie de rey o una cinta métrica. También valoramos la extensión de la diástasis para saber si es sólo umbilical, infraumbilical o supraumbilical, o si se produce en dos de estas regiones o en las tres. Y, por último, también nos fijamos en su profundidad.
  • Tono de la línea alba. Para saber si la línea alba es competente y los dos músculos del abdomen realizan su función de aproximación y son capaces de gestionar las presiones abdominales, te pediremos que flexiones el tronco.
  • Competencia del músculo transverso del abdomen. Mediante el test de la tos, veremos si la parte del bajo vientre (entre el pubis y el ombligo) sale afuera. Si es así, querrá decir que el test de la tos es positivo y, por tanto, que el transverso presenta una falta de tono. En cambio, si al toser se activa el abdomen y el bajo vientre se recoge, significa que el test es negativo y que el transverso hace bien su función.
  • Estado de la piel y de las estrías. Será importante evaluarlo, al igual que la tensegridad de la línea alba, es decir, la continuidad del tejido. De esta forma podremos evaluar el grado de lesión conjuntiva.

Aparte de tener en cuenta todos estos aspectos de la faja abdominal, para conocer el grado de diástasis y valorar su evolución a medida que avanzamos en el tratamiento, también valoraremos la postura, el estado del suelo pélvico, de los glúteos y del diafragma. Es decir, el Conjunto-abdomino-lumbo-pelviano (CALP).

Cómo hacer una autovaloración de la diástasis abdominal

¿Quieres valorar tú misma el estado de tu diástasis? Sigue estos pasos:

  1. Palpa con los dedos toda la longitud de la línea alba, para sentir en qué punto hay mayor distancia entre los rectos del abdomen.
  2. Mantén los dedos en este punto y flexiona ligeramente el tronco para sentir cómo se comportan tus rectos abdominales. ¿Se juntan o se quedan igual? ¿Aumenta la tensión de la línea alba? O, más bien, ¿puedes hundir más los dedos en el tejido?
  3. Si los dedos se pueden hundir, significa que la línea alba no tiene tono y no es funcional.
  4. Ahora, contrae y relaja de forma voluntaria el suelo pélvico para ver si hay cambios en el tono y la tensión de la línea alba. Si es así, deberemos incluir el trabajo de suelo pélvico para reeducar la diástasis abdominal.

Tratamiento de la diástasis en el embarazo y el postparto

El objetivo del tratamiento, tanto en el embarazo como en el posparto, cuando nos encontramos con una diástasis excesiva que necesita recuperarse, será reeducar el abdomen.

Así conseguiremos que la línea alba adquiera el tono necesario que permitirá que esta sea capaz, de nuevo, de transferir las fuerzas y presiones que recibe, al suelo pélvico. Es decir, a la estructura que las amortiguará.

¿Quieres saber qué herramientas utilizamos para tratar y recuperar la diástasis abdominal y la funcionalidad de la línea alba? Durante el embarazo y el postparto podemos combinar todas o algunas de las siguientes técnicas:

  • Terapia manual y visceral: tratamos el diafragma, el cuadro lumbar, los rectos abdominales y los oblicuos externos mediante la terapia manual, para liberar tensiones musculares y miofasciales.
  • Ejercicio terapéutico: el objetivo será tonificar el core o calp, es decir, toda la musculatura del Conjunto Abdomino-Lumbo-Pélvico. Lo conseguiremos con ejercicios diversos, poniendo especial énfasis en el músculo transverso, mediante ejercicios isométricos y el método 5P o tronco propioceptivo, entre otros.
  • Faja abdominal: la aconsejamos solamente en casos muy concretos, cuando la diástasis es muy importante y es necesario realizar esfuerzos puntuales intensos.
  • Venda funcional o kinesiotape: se trata de unas tiras de colores transpirables que ayudan a contener la diástasis al final del embarazo o en el postparto, cuando esta es considerable y el tejido es blando.

A ellas podemos añadir, únicamente en el postparto:

  • Diatermia profunda: también conocida como Tecarterapia o Indiba, nos permite regenerar las células del tejido conjuntivo de la línea alba y de la musculatura de esta zona, aportando una mayor vascularización, la nutrición de todos los tejidos de las diferentes capas (desde la muscular hasta la piel) y una síntesis de colágeno. De este modo, permite combatir la flacidez y favorecer el estado de la piel.
  • Electroestimulación: la utilizaremos para aumentar el trabajo muscular perineal o abdominal, en pacientes con falta de fuerza y u200bu200bsiempre combinándola con ejercicios activos. También puede ser una herramienta interesante cuando queremos trabajar a nivel propioceptivo.

En este tratamiento incluiremos también el suelo pélvico, excepto en aquellos casos en los que la línea alba tenga un exceso de tono.

¿Te ha resultado interesante este artículo?

Si estás embarazada o en el postparto, y quieres hacer prevención o una buena recuperación de la diástasis abdominal, solicita una primera visita de fisioterapia abdomino-pelviana con nuestro equipo.

¡Te ayudaremos a recuperar su función y a mejorar, así, tu salud!

        
 
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